Contar con una alta tasa de refresco se han convertido en la nueva moda que protagoniza cada nuevo smartphone lanzado al mercado. Si bien hace unos años este dato resultaba insignificante, ahora cualquier gama alta que se precie debe de contar con una frecuencia de actualización superior a los 60Hz.
En si cuando hablamos de tasa de refresco o frecuencia de actualización hacemos referencia a la velocidad, medida en Hercios, con la que el contenido de una pantalla se actualiza. En si podemos decir que la tasa de refresco mide la velocidad con la que una imagen aparece por segundo en la pantalla de un dispositivo.
Cuanto mayor sea la tasa de refresco de la pantalla de un smartphone, mayor sensación de fluidez nos aportará las animaciones y los propios desplazamientos por la interfaz de su sistema. Y es que, cuanto mayor sea esta, menor tiempo pasará entre una imagen y otra, mostrando así una mayor suavidad de transición.
Aunque este dato pueda resultar insignificante, la experiencia de uso entre una pantalla a 120Hz frente a una a 60Hz se nota y mucho. Ya no solo con un uso convencional, sino especialmente a la hora de ejecutar juegos donde los movimientos son más pronunciados y las animaciones más rápidas.
Diferencia entre frecuencia de muestreo y tasa de refresco
Además, esta nueva tendencia no se queda tan solo en aumentar cada vez más la tasa de refresco. También se ha optado por aumentar lo que se conoce como frecuencia de muestra, otra medida en hercios que tiene que ver con la pantalla de un smartphone pero no con la tasa de refresco.
En si, la tasa de muestro representa las veces por segundo que una pantalla mode la entrada táctil, es decir, las veces por segundo que comprueba si tenemos ubicado nuestro dedo sobre esta y en que zona se encuentra.
Cuanto mayor sea la frecuencia de muestreo, menor será la latencia táctil, también conocida como input lag. Esto viene especialmente bien en juegos online y de tipo shooter donde el tiempo de reacción juega un papel sumamente importante.
Como ejemplo podríamos poner a los Xiaomi Mi 10 y Mi 10 Pro, ambos cuentan con una pantalla AMOLED de 90Hz, una frecuencia que hace referencia a la tasa de refresco. Además, estos cuentan con 180Hz de frecuencia de muestro, indicando que es capaz de leer su pantalla o panel táctil hasta 180 veces por segundo reconociendo que zona estamos tocando.